Lilypie Primer Ticker

jueves, 29 de octubre de 2009

Mala noche y enferma de todo

Ayer fui a buscar los resultados de los últimos exámenes que me mandó el médico. Según yo, al parecer está todo bien, salvo la orina que esta turbia, pero sería lo de menos repetir ese examen que fue el menos invasivo de todos (para que hablar del cultivo!).

El tema es que anoche volví a dormir mal, con este tema de la acidez que ya lleva como una semana desvelándome y anoche fue lo peor porque pensé que iba a vomitar y todo, finalmente terminé durmiendo sentada, menos mal que hizo calor porque de otra manera me hubiese congelado. Y obvio que cuando no es la acidez es otro malestar o enfermedad mortal según yo.

La acidez ya la había comentado con el doctor y me recetó Ranitidina, que obviamente no tomé porque me da miedo tomar cualquier medicamento y prefiero el malestar o el dolor que pensar en mis pobres chiquis absorbiendo esa cantidad de cosas raras (aunque el doctor lo haya indicado). Al principio del embarazo también me recetó algo para las nauseas, que tampoco tomé y me las aguanté lo que más pude hasta que se pasaron solas, y yo pensaba hacer lo mismo con la acidez…aguantarla.

Hace un par de meses también anduve de los nervios pensando en el “Útero Incompetente”, que es básicamente que el cuello del útero cede y los fetos se “caen”, y es la causa más frecuente de los abortos tardíos. Como yo tenía alrededor de 20 semanas, sabía que si tenía un útero no competente y este cedía iba a perder a mis mellis porque con tan poquitas semanas ellos no serían capaces de sobrevivir solos. De donde saque lo del útero incompetente??, bueno de internet y de mi mamá. Mi mamá tuvo dos embarazos de mellizos y perdió ambos, el último cuando tenía 5 meses, entonces para mí era esto del útero y si a mi mamá le pasó yo estaba segura que a mí también. Así que estuve toda una semana con el pánico (y casi la seguridad) de perder a los mellis. Cuando llegué a la consulta del doctor, me tranquilizó diciendo que el siempre revisaba en las ecos el estado de mi cuello, y que esta situación era bien rara que pasara, etc, etc. Finalmente yo me tranquilice después de la semana 25.

Y ahora voy al doc con la preocupación de este mes, porque no pasa un mes sin que yo no me preocupe de algo!. Ahora es la “Colestasis del Embarazo”. Por internet (obvio) llegué a este tema, de absoluto rebote, pero que se caracteriza por picazón en las manos y pies…y claro a mí me pican las manos y los pies, no sé si es incesante o ya es parte de la hiponcondría del embarazo, pero ahora que me desvelo por el tema de la acidez, estoy más consciente de la picazón, y eso que a mi todas las primaveras me pica el cuerpo pero de sólo escuchar que existe la famosa Colestasis, creo que ya la tengo, aunque el otro día encontré que la causa de la picazón que tenía en una mano y un brazo era porque me había picado un zancudo. Espero que el doctor me mandé hacer todos los exámenes para descartar la colestasis y quedarme más tranquila.

Otra cosa para hablar con el doc, es el tema de mi pierna derecha, a la altura del muslo, siento un adormecimiento como si estuviera “congelada” o algo así. Según lo que leí en la amiga internet, puede ser que el peso de la panza este oprimiendo algún nervio que hace que sienta este adormecimiento y a veces dolor en esa zona cuando camino mucho…pero también sería bueno descartar la enfermedad mortal.

La enfermedad que más me ha acompañado durante el embarazo es la famosa “Listeriosis”, y a mí con lo que me gusta comer y ahora debo andar preocupada de lo que como. Al principio como no sentía los movimientos de los bebés andaba más preocupada y dejé de comer quesos y cecinas de todos los tipos y cuando los comía pasaba toda la noche pensando que quizás tenían listeria o cualquier otra cosa. Por lo mismo dejé de comer completos. Intenté dejar los sushi pero no pude, aunque ahora como sólo sushi de vegetales, tempura, furay o cocido de alguna manera, pero cada vez que me echo algún trozo a la boca me quedo pensando en la “contaminación cruzada” y paso desvelada y muy pendiente de si los mellis se mueven o no. El otro día compramos de esas pastas preparadas “queso-ciboulette” y “queso-jamón”, y obviamente no comí nada porque también se me ocurrió que estaban hechos con quesos “listéricos”.

Lo fome de esta hipocondría del embarazo es que creo que con los chiquis seré igual, sólo pensando en enfermedades graves cuando sólo tengan un poco de moquito. ¿Se pasará alguna vez?.

Zapatos para chanchitos por favor!

No soy Imelda Marcos pero igual me encantan los zapatos!!!, casi tanto como las cajas de zapatos. Tengo todos mis zapatos en sus respectivas cajas, con sus papelitos y todo, aunque la señora del aseo insista en arrumbarlos en el closet, yo al otro día los guardo en la caja y los miró y siempre los encuentro tan lindos. No soy de zapatos exclusivos ni nada, de hecho son súper normales y de tiendas conocidas, lo que sí es que siempre trato de comprar de cuero (salvo que me engañen y compre algo sintético de ignorante). Me gustaría ser más jugada en los zapatos que compro, pero soy más bien tradicional en todo. Que es lo primero en que me fijo en la gente?, en los zapatos…mi marido no sería mi marido si no hubiese usado lindos y adecuados zapatos cuando lo conocí.

La cuestión es que con esto del embarazo no pude/puedo usar los zapatos más lindos de mi colección, y de eso me di cuenta cuando empezó a hacer calor y quise usar zapatos abiertos y de verdad no me entraban los pies o me quedaban muy apretados, así que durante mucho rato sólo usé zapatillas o bien unos botines más anchos que no me aprietan…en resumen creo que los zapatos que mejor me quedaban eran mis pantuflas.

Así que muy resignada (yaaaaaaa oh!) partí a comprarme zapatos de “media temporada”. Mis patitas nunca han sido finitas, de hecho son como gorditas, pero en el embarazo esto se ha intensificado. Me compré dos pares, unos flat color crema calados con un taco de 2 cm. “oculto”, o sea, son como esos tacos de los zapatos Max Denegri que van por dentro, el problema es que me tuve que comprar un número más que el que uso siempre, en realidad dos números pero me consta que la horma de esa tienda es pequeña (Shoes&Piel). Después fui a Pollini y me compré unas sandalias maravillosas que son color celeste o algo así, también de taco muy bajito y también un número más grande que lo normal.

Esto del número más grande no es menor, porque la idea es que después del embarazo pueda seguir usándolo y yo tengo la “esperanza” que los pies se me deshinchen, entonces no quiero andar chancleteando zapatos tan lindos, así que en la misma tienda Shoes&Piel el vendedor muy amoroso me dio el consejo de comprar plantillas (ellos mismos venden). Las plantillas son de cuero y la idea es que disminuyen de ½ número a 1 número de talla de zapatos y eso impediría que después se me anden saliendo. También compré unas “taloneras” de cuero que se pegan al zapato en el talón, la idea es, además de bajar un poco la talla del zapato, que estos no lastimen esa zona porque son “acolchaditos”. El año pasado me compre unos zapatos que me rompían el talón y lo que hice fue comprar unos parches para callos o juanetes y los pegué en el talón de esos zapatos, estos parches también son acolchados y mejoraron bastante el problema que tenía en los pies.

Espero que con esos dos pares alcancen para lo que queda de embarazo y para el verano que se aproxima, y seguir usando mis zapatos de siempre. De lo que estoy segura es que cuando nazcan mis mellis todo lo que ahora gasto (invierto según yo) en zapatos será destinado a zapatos de mellis (ya tienen su primer par que creo que usaran en la próxima primavera) y eso es lo que me hace más ilusión, destinar todo este consumismo a otra persona, en realidad a dos personitas más.

Mi nuevo closet: ropa de embarazada

No sé si a ustedes les costó encontrar ropa de embarazada, pero a mí sí y también me ha costado mucho acostumbrarme a mi nuevo cuerpo. No es que mi cuerpo de antes haya sido de modelo (o sea…no!) pero después de años de renegar de los espejos de puro mensa, digamos que últimamente estaba de lo más conforme con mis atributos y le tenía cariño a mis fallitas.

Los primeros meses no tuve que variar mucho de closet, pero sí tenía muchas ganas ya de empezar a usar ropa de embarazada, así como para hacer evidente el nuevo estado. En mi caso, y debido al embarazo doble, la panza me creció súper rápido y toda la ropa “normal” que yo pensaba que me iba a servir para el embarazo resulta que sirvió bien poco y tuve que atinar a comprar más de lo que yo esperaba.

Les cuento mi experiencia:

-Los cortes imperio de la ropa normal en mi caso no han resultado, la razón es que el corte imperio si bien es amplio abajo no es corte maternal (que feo eso de “maternal” o no?) entonces, al menos a mí, de espalda me queda súper pero de frente me queda más corto de lo que debiera y tiende a subirse y dejar la panza, el calzón o la pretina del pantalón al aire y a mí no me gusta mucho. Por lo tanto descartada todas las lindas poleras veraniegas que yo pensaba que me servirían de mi closet antiguo. Aunque igual compre unas de estilo similar en Zara, de esas bien básicas de cómo $7000 que quedan re bien como ropa sport.

-Vestidos: a estos les he sacado más partido, especialmente en invierno, que los usé con botas largas como de montar y medias. Tengo uno color morado (púrpura) que me encanta, aunque mi hermana casi me traumatiza cuando me dijo que casi parecía Barney y que me faltaba solo la panza verde. No está demás decir que mi hermana es un encanto y yo la adoro pero cada vez que me pongo ese vestido empiezo a tararear “te quiero yo y tu a mí…”. Tengo un vestido de Zara de verano que quiero usar!...pero aún no ha hecho el calor suficiente. Ah!...Zara tiene una línea de pregnancy, no he comprado nada de esa línea porque no me parece muy especial la ropa que tienen y los precios son todos como de 30 lucas hacia arriba.

-Pantalones: Acá caí no más en la ropa de embarazada. Al principio mantuve mis jeans los más bajos de cadera que pude que eran los que me cruzaban, pero ya después me quedaba la cola al aire y yo sentía que me hacía ver más gorda. Finalmente me compré en Mae Maternity unos de cotelé que aún uso en los días fríos, y unos como de tela escocés verde que me salvaron para reuniones de oficina. También me compre unos jeans en Apple Maternity pero no fueron una buena elección ya que eran bajos de cintura y se me caen (aunque tienen esa pieza elástica adelante), finalmente los llevé a la costurera que les puso elástico atrás y ahora se afirman mejor. También compre unos pantalones negros en Patronato (para un matrimonio que tuve) y unos jeans…los jeans son los más horribles y deprimentes del mundo, tienen un corte absolutamente desfavorecedor, aún no sé cómo diablos me compre eso. Ahora qua ya es primavera y pensando en el verano post-natal me compré 2 pantalones normales de pretina elástica o de puño en el Jumbo que me han sentado súper bien para el fin de semana, y ya vi otros tipo “capri” que también añadiré al closet.

Así que lo que he tratado de hacer es combinar ropa de embarazada (especialmente pantalones) con ropa normal pero talla L (yo era talla 40 cuando quede embarazada) para meter pechugas y panza.

Otro tema es la ropa interior. Lo que hice primero fue comprarme sostenes (2) de talla más grande de lo yo solía usar, pero sostenes normales y con algo de encaje o alguna cosa bonita. Sé que luego tendré que comprarme sostenes de lactancia.

Sobre los calzones, me negué a comprarme de esos gigantes de abuela porque juro que me daban ganas de llorar. Mi suegra me regalo varios de ese estilo, enooormes, que de hecho son re útiles porque afirman la panza y todo, pero yo me deprimo de sólo verlos en el cajón, pero los uso siempre con vestidos o con pantalones de pretina baja. El mes pasado me compré unos especiales maternales que son un chiste porque me cubren toda la panza (o sea me llegan a las pechugas) y son del tipo pantaleta, entonces casi que es como un m2 de calzón. También me compré unos normales de señora (o sea, grandes) pero de algodón, porque los que me regalo mi suegra eran de fibra y me picaban.

Los zapatos son un tema totalmente aparte!...especialmente porque a estas alturas mis manos y pies ya son de chanchito.

martes, 27 de octubre de 2009

Y cuando vienen de a dos


Estoy en la semana 28 de embarazo (casi 7 meses para los que no se manejan en semanas), pero yo me siento en la semana 56, y todo porque mi embarazo es doble. Mi primer embarazo y es de mellizos y como no he tenido otros hijos todo es nuevo y no tengo con que comparar y en la red hay un montón de información de embarazos únicos, pero poquito de embarazos dobles, así que espero ir contándoles las cosas divertidas y extrañas que pasan en los embarazos de mellis.

En mi caso, serán hombre y mujer, la deseada parejita!. Yo no sé porque todo el mundo se obsesiona con tener una pareja de hijos, en nuestro caso, yo estaba convencida que eran 2 hombres y me los imaginaba jugando a los autitos sentados en la alfombra, así que cuando nuestro gine nos dijo que al menos uno era nena fue plop!, y ahí pensé que eran 2 niñas (porque yo estaba convencida que eran gemelos), y me cambie de los autitos a las muñecas y todos felices porque las cosas de niña son mucho más entretenidas que las cosas de niños, la ropita, la decoración, hasta los nombres!. Después nos confirmaron que era 1 y 1, y ahí llegaron todas las felicitaciones por la "parejita", y como toda embarazada miedosa y normal a mi sólo me interesa que estén sanos, que tratemos de llegar a término con el embarazo o lo más que se pueda y que sean niños felices.