Llegamos a las 29 semanas, no significa gran cosa, es decir, los mellis siguen creciendo y engordando, pero el embarazo se pone más pesado, si antes yo creí que mis pies estaban hinchados lo del fin de semana fue peeeooorrrr.
Pero empecemos por el viernes y la visita al doc. Al parecer no tengo Colestasis, porque la picazón debe sentirse en la planta de los pies y en la palma de las manos y bueno a mí me pica el borde la mano y el talón y no de noche, así que debo estar atenta y no preocuparme. El dolor de la pierna también se explica por el embarazo. Luego de las preguntas hipocondriacas, viene la parte dolorosa: la pesa. En realidad no se de que manera, pero sólo subí 1 kg. En 3 semanas!, eso fue un logro porque venía subiendo 1 kg. por semana, así que sólo escucharlo me hizo tan feliz (podemos lograrlo!). La presión muy bien como siempre y la panza también…”sanita” dijo el doc, eso significa que las cremas y menjunjes están trabajando. Como le comenté que cada vez tenía las manos y pies hinchados (y bueno, el lo vio con sus propios ojos) ordenó que la comida fuese sin sal (que fomedad más grande), y cambiamos las vitaminas por suplemento de hierro.
Después de revisar a mamá, llega el momento más emocionante de la consulta: ver a los mellis!. La consulta del doctor es entera top y tiene un ecógrafo chiquitito con el que revisa a los chiquis en todas las visitas. No es el ecógrafo oficial de las ecografías oficiales de 30 lucas, si no uno pequeñito donde chequea como están. Antes cuando eran ambrositos era más fácil verlos, ahora ya no tengo imaginación para ver ojos, nariz y cachetes que fue lo que me mostró el viernes. La cuestión que el festival de movimientos que había sentido últimamente era porque estos revoltosillos se dieron vuelta completamente, en la visita anterior estaban ambos de cabeza y ahora están ambos de potito…que ternura no?. Bueno, parece que al doctor no le pareció nada de tierno y dijo que mamá tiene que descansar más y trajinar menos, es decir, suspender mis paseos a la playa y mis caminatas de la tarde, hay que tratar de que a mellis no les den ganas de salir aún, porque si nacieran ahora se irían directo a incubadora porque están muy pequeñitos (además que aún no armamos la pieza y las cunas están en la casa de mi mamá!!!). En 4 semanas más tendremos ecografía oficial, para medirlos y ver cuánto pesan y me darán inyecciones para empezar a madurar los pulmones por si estos chiquis están tentados de adelantarse…uf!, ojala que no, aunque tengo muchas ganas de tenerlos conmigo también quiero que estén en la panza el tiempo necesario para que nazcan sanitos y fuertes.
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